Esta semana ha sido muy intensa... en clase Almudena ha tratado de aclararnos definitivamente las dudas acerca de los términos exclusión y marginación ya que la semana pasada no quedaron muy claros, para ello nos mostró una serie de viñetas, tiras cómicas, que reflejaban exclusión, discriminación, prejuicios...
Estas tiras que pretenden ser "cómicas", las podemos ver todos los días en cualquier periódico de nuestro país, por lo que cualquier persona, incluso los menores, puede leerlas, lleguándole un mensaje no muy adecuado a través de ellas... y en clase se planteó si era conveniente que este tipo mensajes pudiesen llegar a cuaquier persona... se llegó a la conclusión de que no era lo más acertado ya que todo lo que nos llega de un modo y otro nos influye y más si aún somos personas que no hemos madurado lo suficiente y no tenemos aún un criterio propio y una opinión formada de la realidad, como es el caso de niños y adolescentes y algunos adultos también.´
Además creo que nos quedó claro que exclusión y marginación son dos conceptos similares, por no decir sinonimos, y que se utilizan de forma indistinta.
También vimos una grabación de video realizada por alumnos también de Educación Social, en la que preguntaban a la gente qué pensaban sobre la exclusión, su significado, sus causas, el nivel de las personas que se encontraban en esta situación, los colectivos más propensos y las posibles soluciones.
En cuanto a la definición pensaban que un excluido era el que estaba marginado, alguien que no se encuentra integrado, que no es querido por la sociedad. Sobre las causas afirmaban que esta situación se debía a un comportamiento distinto al del resto de la sociedad o por dificultades, como puede ser el nivel económico bajo, falta de estudios, o conductas inapropiadas como tomar drogas, delinquir...
Casi todas las personas entrevistadas relacionaban exclusión con un nivel bajo de, además de asociar este fenómeno con inmigrantes, gitanos, drogadictos... colectivos no muy favorecidos que digamos.
Y en cuanto a las medidas que se podrían tomar para solucionar esta situación, algunos no sabían que pensar; otros le echaban la culpa al gobierno, siendo un asunto ajeno y también decían que la culpa podía ser de las personas que estaban en esa situación, por lo que su estado dependía de ellos mismos, y que para dejar de estar excluido tendrían que asemejarse al resto.
Casi todas las personas entrevistadas relacionaban exclusión con un nivel bajo de, además de asociar este fenómeno con inmigrantes, gitanos, drogadictos... colectivos no muy favorecidos que digamos.
Y en cuanto a las medidas que se podrían tomar para solucionar esta situación, algunos no sabían que pensar; otros le echaban la culpa al gobierno, siendo un asunto ajeno y también decían que la culpa podía ser de las personas que estaban en esa situación, por lo que su estado dependía de ellos mismos, y que para dejar de estar excluido tendrían que asemejarse al resto.
De todas estas opiniones acerca del tema llegamos a las siguientes conclusiones en clase, lo primero decir que, ciertas cosas de lo que decían podían ser ciertas como por ejemplo la aproximación al concepto de exclusión, pero la mayoría de las premisas estaban muy alejadas de la realidad o no eran para nada acertadas, por ejemplo relacionar directamente la marginación o exclusión con inmigrantes, drogadictos, gitanos... por desgracia sí son colectivos que sufren marginación, pero no por ello son los únicos, ya que cualquiera de nosotros podemos encontrarnos en esa situación el día menos pensado, en el momento en el que perdamos el trabajo, tengamos un problema personal que nos derrumbe o por cualquier otro motivo que nos aleje de lo que se considera como normalidad social.
También merece la pena destacar que la exclusión se suele asociar a un nivel bajo de, ya sea de estudios, nivel económico, posición social... cosa que no es del todo cierta ya que personas con un poder adquisitivo alto pueden encontrarse en una situación de marginación, bien porque no sepan relacionarse, porque no les guste la vida social... al igual le puede ocurrir a una persona superdotada o un individuo con un nivel de estudios elevado. Se me ocurre un ejemplo de una persona marginada pero con un nivel económico alto, un personaje de la película disney, la bella y la bestia, un ser marginado era la bestia, y era ni inmigrante, ni drogadicto, ni vivía en la calle, poseía un gran castillo, con lujos y comodidades, tenía empleados que le servían.... pero a pesar de todo esto le rechazaban por su aspecto, nadie quería relacionarse con él, excepto sus criados, todos se burlaban y le repudiaban.
Y a la hora de buscar responsables, las personas entrevistadas culpaban tranquilamente al gobierno o los individuos marginados, y no niego que no tengan culpa o responsabilidad sobre esto, pero se han olvidado de que todos estamos en esto y de parte la responsabilidad recae en cada uno de nosotros, en el conjunto de la sociedad.
Después de esto, Almudena nos preguntó acerca de la carrera y de la asignatura de intervención, si habíamos aprendido en lo que llevabamos de carrera y que si considerábamos que en sus clases nos había enseñado algo útil; hubo diversas opiniones, había personas que pensaban que las prácticas que realizadas hasta el momento eran insuficientes y que sólo hacíamos trabajos y actividades en clase, y eso no bastaba, querían acercarse a una realidad concreta e intervenir directamente.
Otros consideraban que aún era pronto para eso ya que sólo estamos en segundo y tenemos que tener primero un marco teórico claro para después ponerlo en práctica, añadiendo varias personas que en la carrera no salías aprendiendo directamente la profesión de educador, qué ojalá, podías adquirir una serie de principios o ideas básicas, pero no recetas o instrucciones sobre cómo intervenir con determinados colectivos, sólo con la práctica y algunos años de experiencia podremos saber qué es eso de ser educador social.
Estando totalmente deacuerdo con esta última postura, aprenderemos a ser educadores sociales, no en tres años sino a lo largo de nuestra vida profesional, en la carrera se aprenden más aspectos internos de la persona, es decir, actitudes, conductas... adoptar una mente más abierta, una mayor predisposición a escuchar lo que tengan que decir los demás, empatizar con el otro, aprender a relativizar más los problemas al ver más de cerca las dificultades del resto... creo que estudiando educación social, se crece a nivel personal, por lo menos lo que yo he aprendido hasta el momento se centra en eso.
En cuanto a las prácticas, creo que las que realizamos en clase si que nos sirven, nos ayudan a comprender un poco la realidad, a crear nuestra opinión sobre temas diversos, a ser críticos... aunque las verdaderas prácticas las haremos al terminar la carrera, aprendiendo a intervenir y a trabajar en el campo de lo social sobre la marcha.
Estando totalmente deacuerdo con esta última postura, aprenderemos a ser educadores sociales, no en tres años sino a lo largo de nuestra vida profesional, en la carrera se aprenden más aspectos internos de la persona, es decir, actitudes, conductas... adoptar una mente más abierta, una mayor predisposición a escuchar lo que tengan que decir los demás, empatizar con el otro, aprender a relativizar más los problemas al ver más de cerca las dificultades del resto... creo que estudiando educación social, se crece a nivel personal, por lo menos lo que yo he aprendido hasta el momento se centra en eso.
En cuanto a las prácticas, creo que las que realizamos en clase si que nos sirven, nos ayudan a comprender un poco la realidad, a crear nuestra opinión sobre temas diversos, a ser críticos... aunque las verdaderas prácticas las haremos al terminar la carrera, aprendiendo a intervenir y a trabajar en el campo de lo social sobre la marcha.
Y en la clase del miécoles, estuvimos con Concha, con ella también estuvimos trabajando la exclusión, repartió dos historias diferentes y un lado de la clase leyó una de las historias y el otro la otra. Las dos trataban de la exclusión. Una de ellas hablaba del padre de una familia que vivía en Prepelac, Rumanía, allí vivían una situación de estrechez económica, aunque no les faltaba alimento para comer todos los días, Marian el padre, quería una vida mejor, por lo que decidió viajar a España con toda su familia ya que algunos conocidos le habían comentado que en este país se vivía mejor. Pero al llegar aquí las cosas no les fueron tan bien como esperaban, Marian no encontraba trabajo y la situación en la que se encontraban era mucho peor que la que vivían en Prepelac, Marian desesperado al no recibir ayuda se quemó y murió.
La otra trataba de una mujer que se había separado de su pareja y esto le había afectado más de lo normal, tanto es así que no pudo recuperar su rítmo de vida, dejó de cuidar a su hijo, no se ocupaba de las tareas que realizaba normalmente... esto dio lugar a que muriera su hijo ya que no le alimentaba.
Tuvimos que buscar las causas que llevaron a la exclusión a estas personas, como por ejemplo la falta de recursos económicos, falta de información al llegar a España, en el caso de Marian y su familia, enfermendad... buscamos las causas porque conociéndolas sería más fácil comprender la situación de estas personas.
Y después de esta actividad nos estuvo ampliando el concepto de exclusión desde una perspectiva integral, abordando los principales factores, laborales, económicos, formativos, sociosanitarios, resdenciales, relacionales... Además de explicarnos las distintas zonas en las que podemos dividir la sociedad en función de la situación de cada persona. Distinguiendo tres zonas: zona inclusiva, lugar donde se encuentran las personas con una vida equilibrada, es decir, con una estabilidad económica, apoyos familiares...etc, la zona de vulnerabilidad, se refiere a la zona de riesgo, aquella que está muy cerca de la exclusión pero sin llegar a ella y la de exclusión, cuando se produce una ruptura entre la relación del individuo con el medio debido a una suma de factores: económicos, sociales, personales...
Y qué hacer en cada una de estas situaciones: en la zona inclusiva es necesario la prevención para evitar el fenómeno de la marginación y la sensibilización para que seamos conscientes de la realidad; es fundamental indentificar las causas o factores que llevan a la persona o personas a una situación de vulnerabilidad para poder trabajar sobre ellos y evitar así el estado de exclusión, en el que es más difícil ayudar al individuo.
Y qué hacer en cada una de estas situaciones: en la zona inclusiva es necesario la prevención para evitar el fenómeno de la marginación y la sensibilización para que seamos conscientes de la realidad; es fundamental indentificar las causas o factores que llevan a la persona o personas a una situación de vulnerabilidad para poder trabajar sobre ellos y evitar así el estado de exclusión, en el que es más difícil ayudar al individuo.
De ese día no se nos puede olvidar ya que la exclusión son procesos de dificultad que se dilatan en el tiempo, siendo multifactoriales, es decir, que no sólo se producen por una determinada circunstancia, siendo el resultado de varias.
Por lo que, debemos tener claro que cualquiera de nosotros, no sólo los inmigrantes, los gitanos, los drogadictos..., podemos llegar a estar en una situación de marginación.
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